lunes, 17 de noviembre de 2014

17 de Noviembre

Hoy se celebra el día mundial del prematuro.
Leyendo un poco sobre esto, no pude pasar por alto nuestro pasado y recordar...

Juan nació un poco prematuro.
Era grande comparado con esos bebitos tan chiquitos que tenía cerca en la Neo, pero era una pulga si lo comparaba con un bebé nacido a término.
Llegó antes de tiempo y me convirtió en mamá antes de tiempo.

Hoy me vino a la mente el recuerdo de ese tiempo tan duro. De esos días y meses de soledad. Para él, que ponía el cuerpo, y para mi, que no hacía más que estar afuera, sentada, esperando que me dejen pasar a estar un rato con mi hijo, que me den un parte médico, que me digan lo mismo de siempre.
Soledad. Esa es la palabra. Es lo que se siente, por más que una esté acompañada.

El mundo se detuvo para mi durante los 8 meses que Juan estuvo en Neo.
A veces pienso que no se cómo hice para soportalo. Cómo sobreviví ese tiempo!
Dios estuvo cerca.

También recordé tantas mamás que conocí! Tantos bebés que compartieron espacio de internación con Juan! qué alegría ver a los que salían adelante! y qué tristeza cuando alguno no lograba sobrevivir. Era imposible no involucrarse con la situación que vivían los que nos rodeaban.

Casi 10 años después, y parada frente a otros desafíos, me sigo emocionando, sigo recordando.

Agradezco a Dios. Siempre digo que no hubiese llegado tan cuerda hastá acá, sin él.
Y le pido que use mi vida y mi historia para dar testimonio de él.



Si estás ahora en tu casa sola, o en la sala de espera... si tu corazón y tu mente están ahí, adentro de la incubadora... si te sentís tan sola como me sentí yo... acá va mi mensaje:

¨El Señor está cerca, para salvar a los que tienen el corazón hecho pedazos
y han perdido la esperanza.¨ Salmos 34:18 (La Biblia)

Dios está cerca, siempre.






( En la foto, Juan tenía 1 mes y medio. Un día de gloria!)