martes, 14 de mayo de 2013

Que dure este momento!

No hay mocos, no parece haber molestias ni dolores, la constipación ya no está, las crisis tan fuertes que estaba teniendo ya cedieron...

Me gustaría detener el tiempo acá...

Juan se siente, dentro de todo, bien. Y se nota. Duerme sin necesidad de medicamentos extras, digiere bien el alimento, y como dije unas líneas más arriba, su constipación desapareció. Pero no por arte de magia.

Hace rato que Juan tenía crisis muy fuertes, una constipación rara, y digo rara porque iba de cuerpo cada  7 días, pero cuando lograba hacer, eran diarreas. El pediatra decía que no le llamaba la atención, que probablemente era algo neurológico. (los médicos siempre culpan a la parte neurológica del niño cuando no saben bien que decir...)
Pasaban los días y Juan seguía así. Insistí, y el pediatra me dijo que podrían ser parásitos los que ocasionaban esas diarreas. Así que lo medicó con un antibiótico específico durante 10 días. Pero no tuvo éxito.
Fue ahí que el médico me recomendó empezar con supositorios, para ver si lo ayudaban, y sus crisis por dolor disminuían. Pero no siempre le hacían efecto, y las molestias seguían.
Al tiempo Juan se enfermó de su parte respiratoria y empezamos a darle un antibiótico de amplio espectro, para cubrirlo.
Lo que me llamó la atención fue que después de terminar con este medicamento, pasaron los días, y la constipación se fue, y junto con ella, se fueron las convulsiones tan fuertes.
Al hablarlo con el pediatra, confirmó mi sospecha. Juan había tenido alguna bacteria intestinal que le provocaba esas diarreas, una inflamación terrible que le causaba mucho dolor y por eso las convulsiones tan fuertes.
Por un lado sentí un gran alivio de saber que Juan ya no sentía dolor. Pero, qué bronca! casi 3 meses pasaron hasta que descubrimos qué era lo que le pasaba!
La semana pasada pesé a Juan, bajó 4 kg. (en lo que va del año). Supongo que todo esto, sumado a las veces que se enfermó, ayudaron en este descenso. Pero ya empecé a incorporarle a  su dieta alimentos más calóricos y nutritivos, para que esté fuerte para enfrentar el invierno.

No se cuánto va a durar este tiempo de tranquilidad... Juan es una caja de sorpresas...Pero se que no estamos solos para enfrentar lo que venga!

Me despido con un texto extraído de mi libro preferido:

¨... sólo Dios puede desenredar los hilos de nuestra vida. Qué gozo y qué consuelo puede ser poner todos los enredos de la vida en las manos de Dios y sencillamente dejarlos ahí! De eso se trata la esperanza.¨ (Barbara Johnson.)

Juan está en manos de Dios.






1 comentario:

  1. que bueno luci todo lo que contas ,si bien lo vemos a juancito a diario me encanta tu forma de contarlo,te robe las ultimas palabras de tu libro preferido pero no pude resistir a comentar lo que dios hace en nosotros,gracias por tenernos al tanto con tanta profundidad,tu papa.

    ResponderEliminar